Por lo general, los pacientes pueden explicar lo que no les gusta de su mordida. Esto se llama la queja principal. Al ortodoncista le interesa conocer su mayor preocupación con relación a sus dientes. La información es muy valiosa apara que coordine el tratamiento necesario.

Cuando vaya por primera vez al ortodoncista, tenga en mente lo que desea corregir. Mire sus dientes, sus labios, su cara. Observe la posición y forma de los dientes en el arco superior e inferior. ¿Puede masticar cómodamente? ¿Se muerde a menudo los cachetes? ¿Puede cortar alimentos con los dientes del frente sin dificultad?

Ahora mire sus labios. Puede ser que se vean muy “llenos” por la presión que ejercen los dientes. También el labio inferior puede estar desplazando por los dientes superiores muy sobresalidos. Si mira detenidamente su cara, verá que alteraciones en los dientes pueden afectar la apariencia facial. ¿Enseña mucha encía del arco superior cuando sonríe? Puede ser que haya un crecimiento exagerado de los huesos faciales. Por el contrario, si ve en el espejo que casi no tiene barbilla, puede ser que la mandíbula no se desarrolló lo suficiente.

El ortodoncista tiene estudios formales para evaluar todos los aspectos que pueden afectar la mordida y el balance de los labios y la cara. Si hace el ejercicio de observar detenidamente su cara, dientes y labios, y hay algo que no le gusta, consulte a un especialista en ortodoncia. El ortodoncista le hará una evaluación completa (con placas, moldes y fotos) para decidir si lo que le preocupa de su dentadura está influenciado por los dientes ó por la forma y tamaño del hueso. Le sugerirá alternativas de tratamientos de acuerdo a sus necesidades y su estilo de vida.